Será fundamental que alquiles un coche. Verás que conducir por las carreteras de Ibiza, discurriendo entre campos de labranza, almendros en flor y pinares verdes, cuando no con el mar azul en el horizonte, es una delicia. Y es que podrás visitar pueblos y rincones de los que el verano y sus principales atractivos, indudablemente, te alejan. Tienes más información en este post que publicamos el año pasado (Ibiza, magia de invierno).

Prepara tu cámara réflex o la de tu Smartphone. Estas excursiones por la isla son para ver paisajes, para pasear por senderos, para contemplar el mar abrazándose a una playa desierta, para respirar esa Ibiza de interior… Y para conservarlo todo en el recuerdo de tu álbum de fotos o compartirlo en tus redes.

Como todo lo que hacemos acaba, por suerte para nosotros, en una mesa con mantel y cuchillo, ¿por qué no, en un día soleado, una comida en una terraza, junto al mar, como la que te ofrecen en el Hostal Talamanca? Carne o pescado fresco, pero a la brasa. Y en un ambiente tranquilo y encantador.